Desventuras de una docente con bozal
Capítulo 1: Celaá, la permisiva.
Septiembre 2020, primer día en el centro, primera reunión. Busco con la mirada a alguien como yo. Sólo quiero encontrar algún agujero al aire. Un mísero par de fosas nasales, por Dios, un bozal flojo…
Nada, todos embozalados, hasta las cejas. No me prestan atención, parecen no fijarse en mi pantalla, estoy exenta del bozal, aún puedo respirar.
La Jefa de Estudios comenta que la ministra Celaá ha dicho que los profesores pueden permitir a sus alumnos descansar de la mascarilla.
“No sé vosotros qué pensáis…”
“¡No, no; es mejor que no se la quiten para nada!”.
La que ha contestado es una FFP2 con un par de ojos encima. La Jefa responde que sí, que está
de acuerdo, y pasa a otro asunto.
Creo que estoy en un mal sueño. ¿Cómo pueden estar de acuerdo con eso?
Los pepitos grillos se me alborotan:
- “Tendrías que levantar la mano y mostrar tu desacuerdo, pobres niños.”
- “No, que se calle, es mejor para ella, siempre la caga por hablar de más”
- “Pero es que hay que ser salvajes, los niños están sanos y los van a enfermar. Ella no puede colaborar con eso”
- “Ya, pero eso no es asunto de ella, es el primer día, que no dé la nota; ya veremos qué puede hacer por ellos en clase”
Y me callé.
Capítulo 2: «Niños educando a niños»
-“Súbete la mascarilla. Tengo 62 años y no tengo por qué estar al lado de nadie que no lleve la mascarilla bien puesta”
Una airada FFP2 con bata de laboratorio, clava sobre mí su mirada inquisitorial. Acaba de entrar en un pequeño patio al aire libre donde los docentes pasamos los recreos. Estamos tres personas cuando entra y transcurre esta conversación, en la que me habla sin siquiera mirarme, con el cuerpo orientado hacia otra compañera.
-Me parece muy bien, pero quiero hacerte una pregunta, aparte de que, como ves, estaba bebiendo: ¿A qué distancia consideras que tengo que estar de ti?, porque ahora mismo habrá como unos 4 metros… ¿5 metros te parecería suficiente? ¿6?
-Me da igual la distancia, te subes la mascarilla y ya está.
-Oye, ¿tú has visto el cartel que hay a la entrada del colegio?
-Sí, lo he visto. Yo me he visto todo y he leído todo.
-¿Y qué dice? Si has visto ese cartel, sabrás qué dice…
-Yo a ti no tengo por qué decirte nada. Te digo que lo he visto y ya está.
Se da media vuelta y se va.
Miro con sorpresa al compañero más próximo y pienso en voz alta:
“Somos niños educando a niños”
Capítulo 3: En España, cada semana mueren cinco personas al caerse por las escaleras.
Lleva una mochila llena, enorme comparada con su cuerpecito de niño de ¿6 años? Le he visto pasar con su bozal reglamentario y sus gafas, y bajo las escaleras tras él.
Debido al “protocolo Covid”, en el centro han dado orden de que los niños no pueden dejar ningún tipo de material en el aula. Se lo han de llevar cada día a casa y volverlo a traer al día siguiente. Hay que impedir que el virus acampe y se haga fuerte en los cuadernos de los niños, que eche raíces en los estuches, envolviendo lápices y gomas de borrar porque entonces todo sería más difícil de desinfectar. Y nosotros hemos de proteger la salud de los niños ante todo.
Veo como baja con pasos inseguros. Lleva demasiado peso y le han dado órdenes de no agarrarse jamás al pasamanos, porque puede tener colonias de peligrosos coronavirus, prestos a encaramarse a su mano y acabar, por los azares de la vida, matando a su abuela. Sí, él se frota con ese gel muchas veces al día para evitar el contagio, pero los pasamanos los carga el diablo…
Es una pena que un pasamanos moderno, doble, con una altura para adultos y otra para niños pequeños, bien diseñado, haya quedado excluido del ecosistema de la escalera. De objeto salvador a objeto peligroso, sin solución de continuidad, por obra y gracia de la Iglesia Covidiana.
Quedan tres escalones para llegar al final de la escalera y le he agarrado por el mochilón, evitando una caída segura. Se había desequilibrado, porque el que inventó el pasamanos tenía una muy buena razón para hacerlo, y además lo tenía muy fácil, porque en aquella época no había “expertos” que vieran en su invento, un potencial supercontagiador.
Me mira con cara de susto. No me conoce, porque soy de secundaria.
-“Tienes que agarrarte al pasamanos, ¿no ves que te puedes caer? No te va a pasar nada malo si te coges al pasamanos”
No dice nada. Los dos sabemos que no me va a hacer caso.
Él se va y yo hago la foto.
Capítulo 4: «La tutoría que no fue»
Buenas tardes
En vista de que ya va siendo habitual que no pueda expresarme en las reuniones de tutores, he decidido escribir este mail para decir lo que no pude decir esta mañana.
En mi opinión, la función tutorial, para ser eficaz, debe ajustarse a la situación real del alumno, a sus circunstancias, inquietudes, intereses y problemas.
Que yo sepa, no existe una programación de tutoría «cerrada» que impida que se traten temas que el tutor considere oportunos.
Habláis de dar apoyo emocional, en tutoría, a la tristeza debida al duelo por el covid. Pues bien, en mi grupo, no he detectado un solo caso de tristeza/duelo por este tema. Lo que veo y me dicen, es que les agobia el uso de la mascarilla. Ese es el sufrimiento físico y emocional que predomina en mis alumnos, por tanto es ahí donde, como tutora, entiendo que debo ser de ayuda.
Ya que les ha tocado vivir esta etapa tan dura de su infancia sin poder siquiera respirar a gusto siendo población sana, sin poder acercarse a otros, jugar del modo habitual en el recreo, etc. creo que, como tutores, debemos darles información y apoyo emocional para sobrellevarlo del mejor modo posible.
Urge enseñarles el manejo higiénico de la mascarilla, ya que están aumentando de modo alarmante las neumonías debido a la inhalación de bacterias presentes en la piel, boca o garganta, que pueden infectar las vías inferiores. No hay que olvidar que la neumonía mata cada año en España a más de 10.000 personas, y en el mundo a más de 2,5 millones. Es la enfermedad que más niños mata: dos niños mueren de neumonía cada minuto.
Ya sé que no os interesa el tema, pero a mí me preocupa mucho que esto pueda suceder a alguno de mis alumnos.
Mi intención era hacer próximamente una tutoría sobre este tema, utilizando sólo fuentes oficiales: OMS, BOE, BOA, Ministerio de Sanidad y CDC.
Mi pregunta es: ¿alguna de vosotras se opone a que esa tutoría tenga lugar?
…………………………………………………………………………………………………….
Buenas tardes:
Ha llegado a mí, por parte de profesores del centro, la información respecto a tratar con los alumnos sobre el tema de la mascarilla, porque según usted manifiesta, de sus alumnos:
«les agobia el uso de la mascarilla».
No me parece oportuno, hacer dicha tutoría, por tanto yo le contesto a su pregunta sobre la posibilidad de realizarla , debido a que este supuesto, no se ajusta a la normativa del Gobierno de Aragón, ni a lo que ordena Salud Pública, de nuestra Comunidad Autónoma.
En ……………….. a 3 de noviembre del año 2020.
M. ………………………………
Directora del centro………….